
La economía se vuelve imprevisible, el dólar y la tasa de interés de disparan a las nubes. Las medidas económicas del gobierno para contrarrestar la suba del dólar, mediante el aumento de la tasa de interés al 60% anual y aumentando un 5% los encajes bancarios, no logran revertir este escenario calamitoso, provocando una destrucción del sistema financiero y posteriormente afectando negativamente a la producción.
El gobierno intenta reestructurar ministerios, cambiar de funcionarios, aumentar impuestos y controlar el gasto público. Sin embargo, dichas medidas no logran incentivar a las inversiones y exportaciones. Muchos negocios pierden rentabilidad debido a los altos costos y pocas ventas.
El riesgo país no para de crecer, muchos argentinos aumentaron su compra de dólares mientras que otros giran los dólares al exterior. Las inversiones siguen sin aparecer.
La situación mundial no resulta de mucha ayuda, dado que la mayoría de los países emergentes realizan devaluaciones competitivas de sus monedas, mientras que la soja y el maíz continúan con bajos precios debido a la gran oferta de cosechas mundiales. En este escenario, el gobierno del presidente Macri busca combatir la gran caída en el nivel de actividad subiendo la tasa de interés, haciendo que se profundice la recesión, derrumbando demanda de pesos y los mercados dolarizan sus portafolios de activos comprando dólares y saliendo del país. Es como apagar el incendio con más combustible.
La devaluación mejora la rentabilidad de los sectores ligados a exportación, pero la baja en el precio de las materias primas hace que los negocios sigan sin ganar dinero. La devaluación es una medida de corto plazo, donde luego con el tiempo, los costos se ajustan y vuelven a reaparecer los problemas de rentabilidad.
En septiembre vencen los bonos en pesos que fueron colocados a inversores internacionales, y junto con las recompra de las lebac, compromisos de pago totalizan cerca de $ 130.000 millones, lo que implica que se buscara recurrir a mayor financiamiento externo. El gran descontento social genera mucha incertidumbre sobre el resultado final de la crisis.
Siempre digo que las crisis son también sinónimo de oportunidades. En este contexto, las acciones bajan a precio de ganga e invitan a la compra si la economía y la política encuentran el rumbo futuro.
En este momento, el precio del dólar no incentiva a viajar al exterior pero tampoco las vacaciones en Argentina son una buena oportunidad, debido a los altos precios y la gran caída del poder de compra de los asalariados y jubilados.
En este escenario de tanta volatilidad, esperamos que el gobierno realice un acuerdo con todos los sectores políticos, que le permita transitar la crisis con mayor facilidad. De lo contrario, el final de este escenario se encuentra abierto a cualquier resultado.
Fernando Del Puerto
Director, Puerto Económico
Fernando@fdelpuerto.com
Twitter: @fernadp
www.fdelpuerto.com
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