
Respecto del presupuesto 2017 no presenta grandes desvíos. Continuará en el tiempo las políticas de largo plazo, según lo que se anunció en el año 2017. El proyecto de presupuesto busca delinear la política económica hasta el año 2021, buscando garantizar la solvencia fiscal de las cuentas públicas nacionales y provinciales.
En términos generales, se busca que el tipo de cambio nominal sea bajo, siempre creciendo por debajo de la inflación, por lo menos hasta lograr el equilibrio fiscal primario para el año 2021. Es el propio gobierno que en su proyecto de ley de presupuesto, informa que no habrá ningún tipo de devaluación que supere a la inflación.
La tasa de interés será siempre positiva frente a la inflación. Se buscará financiar el déficit fiscal de los próximos años con deuda pública externa.
Versiones periodísticas informan que, en el año 2018, el gobierno hará el “trabajo sucio” de reducir drásticamente los subsidios a la energía eléctrica, al gas y transporte. Además se buscará fusionar algunos programas del gobierno que duplican el gasto público. Naturalmente, este ajuste provocará descontentos en una parte significativa de la ciudadanía.
El congelamiento del gasto público entre los años 2019 y 2020, hará que el crecimiento del producto bruto quede en manos del sector privado.
Hasta el año 2021, es hasta donde proyecta el gobierno la economía, tendrá un saldo negativo en la balanza comercial (mayores importaciones que exportaciones), con lo cual el financiamiento vendrá, en los próximos años, por el lado del sector externo.
Por lo tanto, la argentina quedará expuesta a como se encuentra la situación financiera del resto del mundo. Si no hay grandes dificultades a nivel mundial, Argentina podrá alcanzar una tasa de crecimiento económico del 3,5% anual en los próximos 4 años, si es que no se asoma un cisne negro en el horizonte mundial.
En cuanto a las exportaciones, la situación de demanda es complicada. Para los que siembran trigo, maíz y soja esperan por una suba de precios que hasta el momento no aparece, ya que el gobierno no devaluará el tipo de cambio, y por otro lado no hay miras de una fuerte reducción de impuestos, más allá de la baja del 12% en las retenciones de soja que opera en los próximos 2 años a un ritmo del 0,5% por mes, y ya está anunciado en el boletín oficial.
Asimismo, no hay anuncios de bajas considerables de impuestos. Se postergaría el impuesto al cheque, y las reformas impositivas se postergarían para más adelante.
Se permitiría el ajuste por inflación sobre los activos inmuebles y bienes de cambio, previo pago de una multa, cuyos fondos se utilizaran para financiar el déficit del Anses.
Para pagar menos impuestos, le sugiero que trate de lograr un mayor crecimiento de su empresa, sobre la base de mayor inversión en bienes de capital, que permiten computar mayor crédito fiscal y acompañar con el diferimiento de las ventas. Por ello en este contexto de dólar estable, altos impuestos y altas tasas de interés, es mala idea diseñar un adecuado plan productivo, fiscal y financiero para vender los dólares que se tienes guardado e invertirlos en tu negocio. La falta de confianza y expectativas negativas para invertir se paga con más impuestos.
Con respecto al dólar, no se esperan grandes sobresaltos. En el mercado de futuro el tipo de cambio está cayendo, porque los inversores ven al dólar de septiembre a la baja, que ya cotiza por debajo de $ 17,00 en el disponible mayorista. Para fin de año se encontraría en los niveles de $ 18,00 y $ 18,50. No se espera ninguna novedad con respecto al dólar.
La verdad que leyendo el proyecto de ley de presupuesto, vemos un escenario de dólar bajo, tasa de interés en pesos positiva contra la inflación, quita de subsidios y no hay baja de impuestos. Nada nuevo bajo el sol. El mundo tiene una mayor confianza en nosotros, más de lo que nosotros mismos en nuestro propio país. Las acciones tendrán un recorrido muy alcista de cara a los próximos años y la duda se encuentra en como sanear las cuentas públicas y realizar una adecuada reforma tributaria, teniendo en cuenta la real capacidad económica, en el marco una mejora en el clima de negocios para una mayor inversión a mediano y largo plazo.
Fernando Del Puerto
Director, Puerto Económico
Fernando@fdelpuerto.com
Twitter: @fernadp
Fernando Del Puerto
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