
Sin dudas que aplicar retenciones a las exportaciones implica siempre castigar al exitoso. La gran mayoría de la opinión pública desconoce lo que significa exportar, producir, incurrir en altos costos, asumir diversos riesgos, transportar productos al puerto sin conocer al menos el rendimiento obtenido. Exportar desde Argentina es una odisea.
Las retenciones a las exportaciones son medidas de políticas comerciales que atentan contra la productividad y eficiencia. Los países con baja participación en el comercio mundial como Argentina se ven afectados siempre negativamente en la eficiencia y bienestar social con las retenciones, castigando a las economías regionales que sufren los altos costos de transporte al puerto. Es lamentable ver a las economías regionales que pagan fortunas en fletes sin que el Estado realice inversiones en ferrocarriles y ningún tipo de transporte de bajo costo para ayudar a estas economías a exportar.
Por si esto fuera poco, se evalúa aplicar un impuesto del 1% sobre los activos declarados en el exterior. Por otra parte, el gobierno también quiere subir la alícuota de impuesto sobre los bienes personales por encima del 1% con el objetivo de quitarle a los que más tienen, sin evaluar el impacto en el crecimiento económico. La aplicación de impuestos, el aumento de las retenciones a las exportaciones, el recorte del gasto en obra pública y la búsqueda del ahorro presupuestario que pretende realizar el Estado a través de la reasignación de partidas de las provincias, podría alcanzar un ahorro fiscal de cerca de $ 500.000 millones de pesos. Pero no hay almuerzo gratis. Se logrará un equilibrio fiscal a costa de bajar aún más confianza y la productividad en la economía.
Asimismo, se observa una preocupante salida de depósitos en dólares desde las cajas de ahorro del sector privado que probablemente pasen a cajas de seguridad. Los plazos fijos en dólares no han bajado.
En el mercado de cambio, el dólar que acompaña a la tasa de inflación podría resultar una oportunidad de compra.
En la Bolsa no se observa una mayor caída para los que esperan una baja mayor, dado que alcanzo un piso con las empresas valuadas a precios muy bajos. Las expectativas de un mercado con recorrido lateral podrían resultar oportunidades de compras con expectativas de una futura recuperación económica para el año 2020. Para los más conservadores, la compra de Bonar 2020 y Bonar 2024 (bonos dolarizados) podrían resultar atractivos. Por el lado de las acciones, podría recomendar una cartera con acciones de Bancos, Petroleras y de energía. Seguimos recomendando a las acciones como el mejor activo para ahorrar dado que no pagan impuesto a las ganancias, impuesto a los bienes personales e impuesto a la renta financiera.
En este contexto, aun cuando el gobierno continua aplicando medidas populistas que “combaten al capital” castigando al ahorro y la inversión, la adecuada planificación fiscal resulta el paraguas ideal para pasar la tormenta.
Fernando Del Puerto
Director, Puerto Económico
Fernando@fdelpuerto.com
Twitter: @fernadp
Fernando Del Puerto
Director, Puerto Económico
Fernando@fdelpuerto.com
Twitter: @fernadp
« Volver